Su alto contenido de vitamina C mejora nuestra resistencia contra las infecciones, haciéndolo un remedio para el catarro y la gripe. Si jugo en gárgaras alivia el dolor de garganta, la gingivitis y las úlceras bucales.
Así mismo cuando se ingiere, alivia infecciones estomacales y úlceras.
A pesar de su sabor ácido, una vez digerido el limón tiene un efecto alcalino en el cuerpo lo cual lo hace beneficioso para el reumatismo y en general mantener la salud a través del equilibrio en la acidez del cuerpo.
Es antibacterial, antioxidante y antiséptico. Usado para tratar infecciones del estómago, el hígado o los intestinos.
También es conocido para tratamientos contra las venas varices, la arteriosclerosis o encías que sangran por su habilidad en fortalecer los vasos sanguíneos.
Dado su poder antiséptico y antibacterial, usado tópicamente ayuda a combatir el acné, el pie de atleta y las picaduras de insectos.