Ha sido usada por siglos contra la ansiedad, la depresión y el insomnio. Mejora el estado de ánimo dado que incrementa los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro conocidas como la “hormona de la felicidad” y “del placer” respectivamente.
Sus propiedades anti-inflamatorias la hacen común en tratamientos de condiciones como el dolor de espalda, el nervio ciático y la neuralgia.